El autor de este post es Pol Padrisa (@polpadrisa).
Cuando hablamos de redes wifi nos referimos casi de forma estándar a un entorno en infraestructura, es decir, hay un nodo central (AP) en el que todos los dispositivos inalámbricos se conectan.
Todos los dispositivos van conectándose a distintos AP los cuales normalmente se conectan entre sí y al router vía Ethernet.
Se trata de un sistema muy estructurado en que cada dispositivo se conecta a un AP y este se conecta a la red vía cable.
(Imagen de: http://guifisants.net/manet)
Este sistema es el más estándar y funciona muy bien pero tiene dos grandes problemas:
- Nula tolerancia al fallo: Si un AP cae: cae la red.
- Necesidad de cablear todas las salas del edificio dónde queramos dar cobertura. Ya hablamos de lo mal que se propaga la señal wifi aquí:
- El AP necesita emitir a mucha potencia para llegar a todos los nodos.
Para solucionar estos problemas está tomando cierta inercia las redes Mesh.
Una red Mesh es una red en malla en el que todos los nodos (los clientes y AP) son repetidores.
Se trata de un sistema dinámico en el que los datos van circulando a través de rutas continuamente calculadas entre los propios nodos.
En las redes en infraestructura, el recorrido de un paquete es muy estructurado, sale del cliente directamente al AP y éste lo transmite a la red.
En una red en Mesh el paquete puede ir saltando entre los vecinos para llegar al AP aún teniendo visible el AP.
Hay muchos tipos de redes Mesh y aún no hay un estándar claro pero parece que de momento están evolucionando hacia modelos que actúan a nivel de capa 2 y capa 3.
En un entorno de cableado ideal en el que no hay elementos externos distorsionadores, casi siempre pocos saltos implica poca latencia, pero en el mundo wifi no siempre es así. A veces un camino más largo es más rápido.
A diferencia de los entornos cableados, en el entorno wifi, el medio es altamente inestable es por eso se están desarrollando nuevos protocolos de enrutamiento muy potentes que están continuamente elaborando tablas de routing para saber en cualquier momento qué ruta es la más óptima (no solo contando saltos sino valores de latencia).
(Imagen de: http://guifisants.net/manet)
Otra gran ventaja que ofrece la red Mesh es que ya no necesitamos cablear para dar cobertura, solo necesita estar cerca de un dispositivo conectado y este le hace de puente con la red.
Es seguramente este punto el que puede dar un impulso a la tecnología Mesh ya que en entornos domésticos a veces cablear no es una opción.
En el mercado están apareciendo kits Mesh, estos kits están pensados sobretodo para el mercado doméstico y suelen contener varios routers llamados nodos que actúan como satélites de la red.
Uno de estos nodos se conecta directamente con la salida de internet o router y es el único nodo cableado.
El resto de nodos (satélites) se comunican entre ellos y/o con el Gateway directa o indirectamente, todos son a la vez clientes y ap.
La red mesh (o malla) consiste en este interconexionado de nodos en el que circulan tablas de routing a intervalos muy cortos en las que continuamente se analizan y publican tablas de rutas con sus valores de latencia.
De esta forma, cuando un paquete se transporta a través de la red utiliza la mejor ruta en cada momento.
Ventajas de las redes Mesh:
- Configuración muy automatizada.
- No necesitan de tanto cableado.
- Tolerancia teórica a fallos.
- Muy fácil de desplegar.
- Muy fácil de dar cobertura en zona muertas.
Desventajas de las redes Mesh:
- Muy complejas a la hora de diagnosticar problemas ya que continuamente y de forma automática varía su esquema.
- Seguridad: Todos los nodos transportan los datos y por tanto es más fácil de que puedan ser interceptados.
- Seguridad: Es muy difícil establecer la ruta y el origen de una conexión.
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